Cambio climático 2019.
Una ola de calor atípicamente temprana y excepcionalmente intensa ha
batido récords de temperatura en Europa. La temperatura media del pasado
mes se situó 2 °C por encima de lo normal, lo que lo convirtió en el
junio más caluroso registrado en el continente.
Las altas temperaturas representan una gran amenaza para la salud humana, la agricultura y el medioambiente. Este tipo de olas de calor son coherentes con los escenarios climáticos
que predicen que los episodios de calor serán cada vez más frecuentes,
prolongados e intensos ya que la concentración de gases de efecto
invernadero conducirá a un aumento de las temperaturas mundiales.
Un grupo de científicos de la iniciativa World Weather Attribution ha publicado un estudio en el que señala,
“el cambio climático inducido por la actividad humana hace que todas las
olas de calor que tienen lugar en Europa hoy en día se vuelvan más
probables y más intensas”, agrega, “las observaciones muestran un aumento muy pronunciado de la temperatura
de estas olas de calor. En la actualidad, se estima que estos episodios
se producen con un período de retorno de 30 años. Hace un siglo, sin
embargo, las olas de calor con esa frecuencia hubiesen sido
probablemente 4 °C menos cálidas. En otras palabras, una ola de calor de
esa intensidad es, como mínimo, 10 veces más frecuente hoy en día que
hace un siglo”.
La temperatura media de junio se situó 1 °C por encima del récord anterior, que se había establecido en 1999, y 1 °C por encima de lo previsto en función de la tendencia observada en las últimas décadas.
En Francia se batió el récord nacional de temperatura en la localidad de Gallargues-le-Montueux, donde se registraron 45,9 °C el día 28. Otras dos estaciones
de observación del país registraron también temperaturas superiores a
45 °C. Es la primera vez que se sobrepasa esta cifra desde que existen
los registros modernos.
El Servicio Meteorológico Nacional de Francia (Météo-France) destacó
que “45,9 °C es una temperatura que se alcanza en agosto en Furnace
Creek, Valle de la Muerte (California), que ostenta el récord de ser el
lugar más caluroso del mundo”.
En España también se registraron en muchas zonas temperaturas de más de 40 °C.
El Servicio Meteorológico de Alemania (DWD) informó
de que el día 30 se alcanzó en su país una temperatura de 39,6 °C, lo
que supuso un nuevo récord en junio. También señaló que 243 estaciones
de observación registraron nuevos récords de temperatura en junio,
muchos de los cuales fueron también récords absolutos, y que 223
estaciones registraron temperaturas de 35 °C o más.
Los episodios de calor causan la muerte de miles de personas cada año y a
menudo acarrean otros problemas, como incendios forestales y fallos de
las redes eléctricas.
Varios países emitieron alertas de contaminación durante las olas de
calor, especialmente en zonas urbanas. El calor no es lo único que
afecta a las personas, pues también lo hacen los altos niveles de ozono.
Las altas temperaturas, la abundancia de luz solar, los días largos y
la presencia de precursores del ozono, como el óxido nitroso (N20) y los compuestos orgánicos volátiles (COV), favorecen la formación de ozono troposférico. Este último, además de ser nocivo para la salud humana, las cosechas y los ecosistemas, es también un gas de efecto invernadero.
Hacer frente a los riesgos para la salud que plantean los fenómenos
meteorológicos extremos (incluidas las olas de calor) y la contaminación
atmosférica son el gran desafio para este siglo, ya que los trabajos en conjunto de los paises mas desarrollados del planeta para detener o aminorar el calentamiento global fracasaron.
fuente; OMM.