"Necesitamos avances urgentes para lograr un mundo libre tanto de pruebas como de armas nucleares", indicó Ban en su mensaje con motivo del Día Internacional contra los Ensayos Nucleares, en el que recordó a los gobiernos que "las moratorias voluntarias actuales son valiosas, pero no sustituyen a un veto mundial a los ensayos".
El máximo responsables de la ONU subrayó que el tratado en contra de los ensayos es "un elemento fundamental para el desarme internacional y el régimen de no proliferación, por lo que merece el apoyo activo de todos los Estados", a los que invitó a dar "un paso inteligente hacia un mundo más seguro y más sano".
Ese tratado cuenta con la firma de 182 países hasta el momento, pero ha sido ratificado solo por 154 y aún no se han llegado a las 44 ratificaciones necesarias de su Anexo 2 para que entre en vigor.
El acuerdo necesita así el apoyo final concretamente de una serie de países: China, Corea del Norte, Egipto, India, Indonesia, Irán, Israel, Pakistán y Estados Unidos.
"Exhorto a todos los Estados que no han firmado o ratificado el tratado a que lo hagan como una prioridad", insistió Ban, quien volvió a defender "un mundo libre de armas nucleares" y quien señaló que tanto esas armas como las pruebas nucleares son "peligrosas reliquias de la Guerra Fría, que hacen tiempo se deberían haber retirado para siempre".
El presidente de la Asamblea General de la ONU, el suizo Joseph Deis, también pidió a esos países que se sumen a la ratificación del tratado y lamentó en su mensaje que las consecuencias de las pruebas nucleares se sientan "todavía hoy en día", después de que éstas hayan causado "enfermedades, envenenado la cadena alimenticia y contaminado el agua y los ecosistemas".
La Asamblea General de la ONU aprobó la instauración del Día Internacional contra los Ensayos Nucleares en 2009 para conmemorar el vigésimo aniversario de la clausura del polígono de pruebas nucleares de Semipalatinsk, en la ex república soviética de Kazajistán.
EFE / MPTP.