El shale gas; un tema polémico en el ámbito energético y ambiental debido al método de extracción requerido, ya que también implica un nivel tecnológico y una inversión económica muy altos.
¿Qué es el shale gas?
El shale gas, también conocido como gas de esquisto o gas pizarra, es sencillamente gas natural. Se denomina gas no convencional no porque sea un hidrocarburo con características nuevas sino porque se encuentra atrapado en formaciones rocosas y arcillosas de muy baja permeabilidad. Por lo tanto, para que el shale gas aflore a la superficie se requieren técnicas no convencionales de extracción. De ahí el nombre de gas no convencional.
Actualmente, el “fracking” o fractura hidráulica es el procedimiento de extracción de shale gas. Dicho proceso consiste en la detonación de explosivos o descargas eléctricas bajo tierra, que generan fracturas para ser llenadas por medio de la inyección de una mezcla a gran presión de "productos químicos", arena y agua.
Este líquido se filtra hasta la última fractura de roca, cargándose con el gas confinado. Luego, esa mezcla vuelve a salir al exterior. Los granos de arena introducidos con el agua se quedan encajados en las grietas y mantienen abiertas las rocas para que fluya el gas.
El shale gas; un tema polémico en el ámbito energético y ambiental (contaminación de acuíferos y de aguas superficiales por a la
cantidad de químicos que se utilizan en la extracción del recurso, la contaminación del aire por emanación de gases tóxicos y su impacto en las
poblaciones cercanas) debido al método de extracción requerido, ya que también implica un nivel tecnológico y una inversión económica muy altos.
El Ingeniero, profesor e investigador de la Universidad de Cornell (EE.UU.) Anthony R. Ingraffe, escribe una nota mas que autorizada, en el diario The New York Times, en la que da su opinión sobre el shale gas.
A continuación la traducción.
Soy ingeniero en gas y petróleo y ayudé al Departamento de Energía de los EE.UU., en el desarrollo de técnicas de fracturación de esquisto, y puedo asegurarles que ese gas no es "limpio". Debido a las filtraciones de metano, el principal componente del gas natural, el gas que se extrae de estos depósitos no es un "puente" a un futuro de energía renovable, sino una vía hacia un mayor calentamiento y menor inversión en energía limpia.
El metano es un gas de invernadero mucho más potente que el dióxido de carbono, si bien no dura tanto tiempo en la atmósfera. Igualmente, en un lapso de veinte años, medio kilo de metano absorbe tanto calor como al menos 36 kilos de dióxido de carbono. Su potencia va bajando, pero pasados cien años es al menos veinticinco veces más potente que el dióxido de carbono.
Cuando se lo quema, el gas natural emite la mitad de dióxido de carbono que el carbón, pero la filtración elimina esa ventaja debido a su capacidad de atrapar calor.
Si bien no se sabe con exactitud en qué proporción, existen filtraciones de metano. Un estudio en el año 2011 del Centro Nacional de Investigaciones Atmosféricas concluyó que, de no mantenerse la filtración por debajo del 2 %, el gas pierde las ventajas climáticas sobre el carbón.
Otro estudio que difundió Climate Central , un conjunto de científicos y periodistas que investigan el cambio climático, determinó que el 50 % de las ventajas climáticas del gas natural sobre el carbón no se conseguirá en los próximos treinta o cuarenta años.
Por desgracia, no tenemos tanto tiempo para estudiar el cambio climático: los próximos veinte años serán cruciales.
Los pozos de petróleo y gas que pierden su integridad estructural también filtran metano y otros agentes contaminantes por los revestimientos y los liberan a la atmósfera y las fuentes de agua. ¿Por qué son tantos los pozos que tienen filtraciones? Las presiones subterráneas, los cambios de temperatura, el movimiento de la tierra producto de la perforación de pozos cercanos, así como el achicamiento, agrietan y dañan la fina capa de cemento que se supone sella los pozos.
Mantener el cemento en perfecto estado mientras la perforación avanza horizontalmente en el esquisto es extremadamente difícil. Cuando el cemento se daña, repararlo a varios kilómetros bajo tierra es muy costoso y con frecuencia sin éxito. Las gasíferas y petroleras llevan décadas tratando de solucionar ese problema.
Hoy día, tenemos opciones ecológicas como la eólica, la solar y la hídrica, además de tecnología eficiente en términos de energía.
Podemos impulsarlas con rapidez y de forma accesible para generar empleos,crecimiento económico, y un futuro verdaderamente limpio.
The New York Times, 2013.
Traducción: El blog de la Tierra.
