Con el recuerdo aún fresco de los disturbios por alimentos que desencadenó el aumento de los precios hace dos años, los especialistas en agricultura ven con preocupación el aumento del costo de los cereales como consecuencia de una prohibición de exportaciones en Rusia, así como los problemas que afectan a las cosechas en otros lugares del mundo debido a sequías o inundaciones.
Un cultivo de trigo en Rusia, donde la producción quedó comprometida por las altas temperaturas.Los pronósticos de cosecha en Alemania y Canadá se ven afectados como consecuencia del tiempo húmedo y las inundaciones, mientras que, según los expertos, las cosechas de Argentina y Australia tendrán que soportar sequías.
La suba de los precios debido a la incertidumbre sobre la oferta futura significa que los pobres de muchas zonas del mundo se verán ante un aumento del precio de los alimentos en los próximos meses.
En junio, Rusia había pronosticado que solo se perderían unas pocas toneladas debido al calor, pero para agosto había anunciado que se perdería aproximadamente la quinta parte de la cosecha. El precio del trigo aumentó más del doble.
Hace diez años, la zona que rodea el mar Negro -sobre todo Rusia, Ucrania y Kazajistán- constituía sólo un 4% del trigo que se comerciaba internacionalmente. Sin embargo, la mayor parte del crecimiento de la demanda global se cubrió en esa zona, y la región ahora produce un 30% del trigo que se negocia en el mundo. Es la primera vez que una crisis se origina en el área del mar Negro.
El primer ministro Vladimir Putin anunció el 2 de septiembre que la veda rusa a la exportación de granos de extenderá a 2011. El precio del trigo volvió a aumentar, y eso ha tenido su efecto en otros granos como el maíz y la soja.
Como en el caso de todo producto primario, la escasez de trigo alienta la especulación y el acaparamiento, y los especialistas sugieren que ambas cosas están sucediendo en el mercado actual.
Según sostuvo el profesor Per Pinstrup Anderson, especialista en agricultura de la Universidad Cornell de Nueva York, "el mundo también tiene que hacer frente a las cambiantes condiciones meteorológicas debido al cambio climático. Habrá fluctuaciones meteorológicas mucho mayores y, por lo tanto, en la provisión de alimentos, de modo que vamos a tener que aprender a convivir con la fluctuación de los precios de los alimentos", sostuvo.
