Hace mucho que Rusia desempeña un papel renuente, y en ocasiones obstruccionista, en las negociaciones globales sobre la limitación del cambio climático, tal vez en parte porque esperaba obtener ventajas económicas del calentamiento de su vasta región siberiana.
Sin embargo, la intensa ola de calor, así como la sequía y los incendios, en la zona central de Rusia, habitualmente templada, parecen impulsar un cambio de opinión.
“Ahora todos hablan del cambio climático”, dijo este mes el presidente Dmitri A. Medvédev al Consejo de Seguridad ruso “Por desgracia, lo que pasa ahora en nuestras regiones centrales es una prueba de ese cambio climático global, dado que nunca antes habíamos tenido condiciones meteorológicas similares”.
“Ahora todos hablan del cambio climático”, dijo este mes el presidente Dmitri A. Medvédev al Consejo de Seguridad ruso “Por desgracia, lo que pasa ahora en nuestras regiones centrales es una prueba de ese cambio climático global, dado que nunca antes habíamos tenido condiciones meteorológicas similares”.
Ya el año pasado habíamos hecho una nota que se puede leer con el título “Desde Rusia con calor”.
En tanto los termómetros indican que la tierra se ha calentado 0,8 grados Celsius desde la revolución industrial, cuando se empezó a incorporar a la atmósfera enormes cantidades de gases de efecto invernadero.
Entre enero y julio, las temperaturas fueron las más altas de que se tenga registro.
Quienes se muestran escépticos en relación con el cambio climático minimizan las estadísticas y sostienen que los climatólogos no saben lo suficiente sobre los patrones a largo plazo como para establecer una vinculación concluyente.
Sin embargo, algunos episodios meteorológicos recientes fueron tan extremos que algunos científicos parecen dispuestos a abandonar su tradicional reserva y atribuir desastres específicos al calentamiento global.
Entre enero y julio, las temperaturas fueron las más altas de que se tenga registro.
Quienes se muestran escépticos en relación con el cambio climático minimizan las estadísticas y sostienen que los climatólogos no saben lo suficiente sobre los patrones a largo plazo como para establecer una vinculación concluyente.
Sin embargo, algunos episodios meteorológicos recientes fueron tan extremos que algunos científicos parecen dispuestos a abandonar su tradicional reserva y atribuir desastres específicos al calentamiento global.
Tan solo con recordar la ola de calor que en 2003 dejó un saldo de alrededor de cincuenta mil muertos en Europa, que científicos publicaron análisis detallados que sugerían que el calor no habría sido tan grave en un clima que no estuviera influenciado por los gases de invernadero.
Cruzando el Atlántico climatólogos de EE.UU. publicaron otro trabajo que también sugiere que el huracán Katrina provocó más lluvia en la costa del Golfo porque el calentamiento global intensificó la tormenta.
Cruzando el Atlántico climatólogos de EE.UU. publicaron otro trabajo que también sugiere que el huracán Katrina provocó más lluvia en la costa del Golfo porque el calentamiento global intensificó la tormenta.
No yéndonos tan lejos, este año inundaciones han azotado amplios sectores de América.
En Pakistán cayó un diluvio, el mayor en 80 años, que afectó a veinte millones de personas.
Las olas de calor del verano abrazaron la zona este de EE.UU., partes de África, Asia oriental y como dijimos, todo Rusia, que perdió millones de hectáreas de trigo y miles de vidas como consecuencia de una sequía sin precedentes.
Las olas de calor del verano abrazaron la zona este de EE.UU., partes de África, Asia oriental y como dijimos, todo Rusia, que perdió millones de hectáreas de trigo y miles de vidas como consecuencia de una sequía sin precedentes.
Son muchos los episodios, y muchas las consecuencias para la población especialmente pobre del planeta, como para extender demasiado los intereses económicos que afectan a algunos gobiernos para ponerse a trabajar en pos de brindar a sus pueblos de una mejor calidad de vida.
No es correcto preguntar si tal o cual tormenta es producto del calentamiento global o si se trata de variabilidad natural. En realidad puede que haya un elemento de cada cosa.
Esperemos que cuando todos se pongan de acuerdo ya no sea demasiado tarde.
No es correcto preguntar si tal o cual tormenta es producto del calentamiento global o si se trata de variabilidad natural. En realidad puede que haya un elemento de cada cosa.
Esperemos que cuando todos se pongan de acuerdo ya no sea demasiado tarde.
