Un comunicado publicado en la web de la OMS, dice que el cambio a un nivel más alto de alerta indica un aumento del riesgo de que se produzca una pandemia, pero no que la pandemia sea inevitable. A medida que la OMS tenga más información disponible, revisará el nivel de alerta y decidirá si es necesario cambiarlo para situarlo de nuevo en la fase cuatro o pasar a la seis.
El director general recomendó no cerrar las fronteras y no restringir los desplazamientos internacionales. No obstante, consideró que es prudente que la gente que se encuentre enferma retrase los viajes que tenga previstos y que aquellos que detecten síntomas de enfermedad después de un viaje internacional busquen atención médica.
Fukuda sostuvo que en este momento debe continuar la producción de una vacuna, sujeta a la reevaluación del desarrollo de la situación. La OMS facilitará el proceso para desarrollar una vacuna efectiva contra el virus A/H1N1, añadió. El director general subrayó que todas las medidas que se tomen contra la gripe porcina deben estar dentro de las Normas Internacionales de Salud.
Las autoridades sanitarias de Estados Unidos han dado los primeros pasos hacia la producción de una vacuna contra el virus al que se atribuye la muerte de más de 100 personas en México, si bien la mayoría de los casos aún no están confirmados.
El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) estadounidense ha tomado una muestra del virus H1N1 que causa la enfermedad y está realizando la primera fase para la elaboración de una vacuna. "Sabemos a ciencia cierta que ha comenzado el trabajo para producir una vacuna", afirmó, añadiendo que normalmente se tarda entre 5 y 6 meses en esta fase inicial antes de que una vacuna pueda estar a la venta.
El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) estadounidense ha tomado una muestra del virus H1N1 que causa la enfermedad y está realizando la primera fase para la elaboración de una vacuna. "Sabemos a ciencia cierta que ha comenzado el trabajo para producir una vacuna", afirmó, añadiendo que normalmente se tarda entre 5 y 6 meses en esta fase inicial antes de que una vacuna pueda estar a la venta.
Por otra parte, fuentes de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) hicieron hincapié en la posibilidad de que el clima seco y cálido sirva para evitar la propagación del virus de la gripe porcina, un factor importante teniendo en cuenta que el hemisferio norte, donde habita la mayoría de la población mundial, se aproxima al verano.