Hace diez años, a fines de octubre de 2003, los pronosticadores de las condiciones climáticas en el espacio experimentaron una sensación de temor cuando aparecieron dos manchas solares gigantes. Ambas tenían complejos campos magnéticos que albergaban energía que podía producir poderosas explosiones. Si las manchas viraban hacia la Tierra y entraban en erupción...
Y eso es exactamente lo que sucedió. Desde el 19 de octubre hasta el 7 de noviembre de 2003, hubo 17 erupciones de gran envergadura en el Sol, incluyendo una llamarada X28, que batió todos los récords. Una detrás de la otra, las eyecciones de masa coronal (coronal mass ejections o CMR, por su sigla en idioma inglés) azotaron la magnetosfera de la Tierra, causando tormentas geomagnéticas y auroras boreales que se pudieron ver tan al sur como en Florida y Texas, en Estados Unidos. El mismo día de Halloween, muchos de quienes festejaban presenciaron auroras de color rojo sangre, absolutamente espeluznantes, por cierto.
Durante los picos de estas "Tormentas de Halloween", como comenzaron a llamarlas los físicos solares, las aerolíneas tuvieron que reorganizar las rutas de sus vuelos polares y dirigirlas a latitudes más bajas, la energía se hizo notar en partes de Suecia y más de la mitad de la flota de satélites de la NASA experimentó problemas de diversa índole, desde apagones temporarios hasta daños permanentes. El Sistema de Magnificación de Área Amplia (Wide Area Augmentation System, en idioma inglés), que es una red de transmisores de radio que mejora la navegación a través de los GPS en la aviación, y que pertenece a la Administración Federal de Aviación (Federal Aviation Administration o FAA, por su sigla en idioma inglés), estuvo fuera de servicio durante aproximadamente 30 horas debido a la tormenta y el satélite japonés ADEOS-2 resultó severamente dañado.
Pero ahora nos adelantamos diez años y llegamos a noviembre de 2013. El Sol nuevamente está experimentando tormentas.
Una semana antes de Halloween de 2013, apareció un nuevo aquelarre de grandes manchas solares. Hasta hoy, se han producido más de media docena de importantes llamaradas, que incluyen cuatro eventos de clase X. Sin embargo, la Tierra no está experimentando la misma clase de efectos que sufrió hace diez años porque las erupciones no han producido tanta energía y, además, la mayoría de ellas no hizo blanco en nuestro planeta. Esto hace que las Tormentas de Halloween de 2013 sean menos escalofriantes que las del año 2003.
No obstante, las tormentas actuales son importantes porque son las que más llamaradas producirán en mucho tiempo. La actividad solar aumenta y disminuye en ciclos de 11 años. En 2003, el Sol estaba disminuyendo su actividad luego de un potente máximo solar. Las poderosas Tormentas de Halloween de ese año no fueron sorpresivas, a pesar de que no se las predijo. Pero en 2013 es diferente. El actual ciclo solar es uno de los más débiles del siglo. Esto hace que las mini Tormentas de Halloween de 2013 sean una sorpresa mayor aunque produzcan menos daño.
Una década de avances en la predicción de las condiciones meteorológicas en el espacio ha permitido también mitigar el daño en 2013. Utilizando datos proporcionados por naves espaciales de la NASA, como las sondas gemelas STEREO y el Observatorio de Dinámica Solar, analistas de la NOAA pueden predecir la llegada de tormentas solares con mejor exactitud que antes. Esto proporciona a los operadores de satélites, a los controladores de misiones de la NASA y a quienes planifican los vuelos de las líneas aéreas tiempo adicional para salvaguardar vidas y propiedades.
Por último, quizás haya que volver a escribir el final de este cuento espeluznante. ¿Por qué? Porque todavía no terminó. El Sol todavía está salpicado con grandes y activas manchas solares. Una de ellas podría enviar una poderosa llamarada y CMEs directamente hacia nosotros, desencadenando así tormentas similares a las que se produjeron hace una década.
Para verificar constantemente el estado del Sol y la clase de rayos que emiten las manchas, solo tiene que ir al final del blog, una imagen del sol en tiempo real y un contador de rayos le informarán al instante el comportamiento del astro rey a cada momento.